El arte de la mesa en Costa de Marfil es una celebración de la diversidad cultural y la riqueza culinaria del país.

Refleja la legendaria hospitalidad de los marfileños y su amor por la buena mesa.

La mesa marfileña suele estar puesta con esmero y elegancia. Los cubiertos se colocan de forma ordenada, los platos suelen estar decorados con motivos tradicionales y las copas se eligen cuidadosamente para acompañar los distintos tipos de bebidas que se sirven.

En el centro de la mesa suele haber un gran plato común, símbolo de compartir y convivencia. Puede ser un delicioso Kédjénou de pollo, un Alloco dorado o un sabroso Attiéké, acompañados de diversas salsas que hacen la boca agua.

Las comidas suelen ir precedidas y seguidas de libaciones tradicionales, en las que se sirven bebidas como el Bangui o el Koutoukou en señal de respeto y hospitalidad.

Pero más que comida y bebida, el arte de la mesa marfileña es un asunto del corazón. Es un momento para compartir, reír y conversar, donde se estrechan lazos y se crean recuerdos.

En resumen, el arte de la mesa en Costa de Marfil es una verdadera experiencia, un viaje culinario que deleita los sentidos y alimenta el alma.